Crítia de Yesca-Carlos Herrera

Mariozzi del Carmen Carmona Machado (Maracay, 1963) es una de las más conspicuas representante de la dramaturgia femenina venezolana contemporánea. Según la investigadora Lorena Pino, su producción dramática aborda desde las “conductas sexuales e instintivas” hasta los intersticios de la existencia amorosa o la soledad. Sus piezas exponen un disímil abanico de personajes y situaciones condensadas bajo el género del drama y configuradas desde piezas de cámara hasta monólogos en las cuales se expone un desenvuelto dominio del lenguaje y un perspicaz manejo de la tensión dramática.
Yesca –escrita en el año 2002- es en sí, un drama cuyo argumento nos habla de dos hombres y una mujer delineados por existir fuera de mundo real, seres atemporales que juegan a amarse y odiarse en un ritual infinito donde el género masculino / femenino se funde e hibridizan en un él-ella matizado solo por el sutil juego del poder cuyas apetencias, ansias y deseos los transforman y aniquilan al unísono. Juegos de la nada en un limbo que potencia sus interrelaciones y los secará en sus pasiones y que con solo una chispa hará que ardan hasta consumirse. Seres que figuran como Edith, Gabriel y Leonardo pero dispuestos a arder como materia seca abierta a la inflamabilidad de una palabra amor que los consume.
Un texto metafórico, un lenguaje insinuante, una situación irreal y paradigmática que dibuja las curvas más oscuras del ser que ansia y ama sin tener respuesta. Sencillo en argumento y a la vez complejo en su trasfondo temático Yesca parece convertirse en una solapada respuestas del ansia existencial. Como espectáculo, la dirección de la autora se desprende de las ataduras de la corporeidad física escenográfica a fin de que sea la palabra, el gesto y lo lúdica capacidad del actor, los ejes esenciales del concepto rector de la puesta en escena.
Con ritmo ágil e insinuante, apelando a que sea el espectador quien en definitiva construya ese universo referencial donde deambulan los personajes y generando un clima dramático sin exageraciones sin retorcidos clichés de iluminación o desbordamientos en la imagen de vestuario, se acentuó el peso de composición histriónico como eje y referente al cual es público debe de colocar su mirada. Una propuesta magnética y provocadora(...)